No sé si os pasará a vosotros, pero yo odio esos pequeños alambres que usamos todos para recoger los cables. Esos que siempre se quedan por ahí molestando mientras no los usas o que se acaban extraviando y no sabes con qué recoger el cable cuando lo necesitas. Los odio sobre todo en los cables que saco y guardo a menudo, como el del portátil o los cargadores de los móviles.
Por ello, os quiero enseñar una solución práctica y fácil que hará que el recoge cables siempre esté a mano y que no moleste.
¿Qué necesito?
- Velcro (2 tiras separadas que se pegan una a otra)
- Tijeras
- Aguja
- Hilo
- Un corchete
¿Cómo lo hago?
En una de las tiras de velcro, por la cara que no pega, cosemos ambas partes del corchete dejando entre una y otra el suficiente espacio para que quepa el cable.
Cortamos la tira con la largura que necesitemos para recoger el cable sin problemas, dejando margen para dar más de una vuelta.
Cortamos también un trocito de la otra tira del velcro
Cosemos el trozo pequeño a la tira grande (en el extremo donde no hay corchete) de manera que las partes que pegan no miren para el mismo lado.
Y ya está nuestro recoge-cables terminado.
Ahora colocamos la parte del corchete en el cable, de manera que se quedará fija cuando lo utilicemos y no se perderá.
Para recogerlo, simplemente enrollamos la tira de velcro alrededor del cable doblado, de manera que el extremo del velcro se pegará sobre el resto de la tira quedando el cable bien recogido.
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